
La Biblia nunca ha sido más accesible de lo que es hoy en día. Los primeros cristianos tenían que confiar en los rollos y las cartas antiguas para instruirse en la doctrina y la práctica. Las Escrituras que componen nuestra Biblia moderna fueron escritas originalmente entre el año 1200 a.C. y el final del siglo I. Los libros del Antiguo Testamento eran considerados Escrituras antes de la venida de Cristo. A finales del siglo IV, los 27 libros que conocemos como el Nuevo Testamento fueron formalmente canonizados o hechos oficiales en los Concilios de Hipona y Cartago. Hoy en día, la compilación de 66 libros conocida como la Santa Biblia está disponible en más de 700 idiomas, incluyendo versiones en braille y audio. La Biblia relata la historia de Dios y su propósito para la creación. Podemos conocerlo mejor al leer Su palabra y saber que Él está cambiando nuestra vida.
1. Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo. – Romanos 10:17
Padre Celestial, gracias por darnos la fe que nos salva de nuestro pecado y nos da esperanza. Gracias por las Buenas Nuevas de que Cristo vino, murió y resucitó de entre los muertos para el perdón de mis pecados. Oro que yo pueda llegar a conocerte mejor a ti y a tus propósitos mientras leo tu Escritura. Ayúdame a entrar en la Biblia diariamente y a que tus palabras entren en mí.
2. Jesús le dijo: "¡No! Las Escrituras dicen: 'La gente no vive solo por pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios'" – Mateo 4:4
Amado Señor, necesito tu palabra como necesito el pan para vivir. Ayúdame a reconocer mi necesidad y a anhelar tu verdad. Mientras leo, alimenta mi alma como si fuera una comida abundante. Dame vida en abundancia mientras sigo tus instrucciones hoy.
3. Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras hace mucho tiempo para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y animo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios. – Romanos 15:4
Padre Celestial, gracias por las Escrituras que se escribieron para nuestra instrucción. Gracias por la esperanza y el aliento que puedo obtener al leer acerca de que tu palabra se cumplirá en la venida de Jesús. Que pueda esperar con gozosa expectativa el cumplimiento final de sus promesas en la segunda venida de Jesús, donde viviré con Él para siempre.
4. Todas las Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra. – 2 Timoteo 3:16-17
Padre Celestial, gracias por tu palabra que me enseña lo que está bien y lo que está mal. Que esté ansioso por leer y esté equipado para las buenas obras que has preparado de antemano y en las que debería participar.
5. Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que los de Tesalónica, y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Dia tras día examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad. – Hechos 17:11
Padre Celestial, que yo pueda ser tan curioso cómo la gente de Berea y estudiar la Biblia para conocer la verdad. Permíteme comparar toda la enseñanza que escucho y leo con tu palabra. Que yo sepa distinguir la verdad de la mentira, y que tú des luz a mi camino.
6. Entonces Jesús los guio por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de el mismo. – Lucas 24:27
Amado Señor, todas las Escrituras proclaman tu historia y tu naturaleza. Gracias, Dios, por dar paso a mi salvación. Que abras mi mente para que yo comprenda que no hay contradicción en tu historia de reconciliación. Ayúdame a tener la fe para creer en tu palabra y hacer lo que dice incluso cuando sea difícil.
7. Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. – Hebreos 4:12
Padre Celestial, tus palabras exponen mis pensamientos y deseos más íntimos. Soy un libro abierto ante ti cuando leo tu libro, la biblia. Que tus verdades obren mientras leo sobre tu santidad, verdad y amor. Que el poder de tu palabra sea conocido en mi vida para que realmente pueda tener la vida abundante que viniste a dar a la humanidad.
8. Me he esforcé con encontrarte, no permitas que me aleje de tus mandatos. He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. – Salmos 119:10-11
Padre Celestial, al leer tu palabra, ayúdame a memorizar y a guardar tu verdad en mi corazón. Así que pueda estar listo para blandirla como una espada cuando me enfrente a la tentación de pecar. Muéstrame como caminar de una manera que te agrade. Revélame la profundidad y la amplitud de tu gran amor. Amén.